El síndrome de Cushing: qué es y cómo prevenirlo

  1. ¿Qué es el Cushing?
  2. El papel del cortisol en el síndrome de Cushing
  3. Tipos de Cushing
  4. Síntomas del Cushing en perros y gatos
  5. Razas propensas a la enfermedad de Cushing
  6. Tratamiento del síndrome de Cushing
  7. Prevención del Cushing
  8. Suplementación para la enfermedad de Cushing

El hiperadrenocorticismo o también conocido como el síndrome de Cushing o enfermedad de Cushing aparece cuando el cuerpo produce en exceso la hormona cortisol. Esta hormona es sintetizada y almacenada por las glándulas suprarrenales, que son dos pequeñas glándulas localizadas justo encima de los riñones. Tanto los perros como los gatos pueden desarrollar la enfermedad de Cushing, aunque la prevalencia es mayor en perros. Dependiendo de la raza se denominará Cushing canino o Cushing felino. 

El síndrome de Cushing, también conocido como Cushing syndrome, es una enfermedad causada por el exceso de cortisol en el cuerpo. Este trastorno puede ser resultado de un adenoma hipofisario, un adenoma suprarrenal o la toma prolongada de corticosteroides. Los síntomas del síndrome incluyen aumento de peso, cara redonda, debilidad muscular y piel frágil. La glándula pituitaria, ubicada en el cerebro, puede producir un exceso de hormona adrenocorticotrópica (ACTH), que a su vez estimula las glándulas suprarrenales a producir más cortisol, leading to el síndrome de Cushing endógeno.

El diagnóstico del síndrome de Cushing implica pruebas de laboratorio para medir los niveles de cortisol y ACTH, además de estudios de imagen para identificar posibles tumores. Es crucial detectar temprano los síntomas del síndrome para iniciar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones graves.

Para prevenir este síndrome, es importante controlar el uso de corticosteroides bajo supervisión médica. Además, mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular, puede ayudar a reducir los riesgos. Si sospechas que podrías tener síntomas de Cushing, consulta a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado. La atención temprana es clave para manejar esta condición de manera efectiva.

El papel del cortisol en el síndrome de Cushing

El cortisol es un esteroide natural que genera el cuerpo y aparece en momentos de estrés. Tiene muchas funciones beneficiosas como regular el peso, la estructura de la piel y mantener de forma correcta la estructura de los tejidos que componen el organismo. Sin embargo, un nivel inadecuado de esta hormona puede ser perjudicial para la salud de nuestros peludos.

Un aumento descontrolado del cortisol puede inmunodeprimir al animal, es decir, dejar al organismo sin defensas y protección. Un organismo inmunodeprimido favorece la entrada de agentes patógenos que provocan infecciones de diferentes tipos.

Tipos de Cushing

Dependiendo del origen de la enfermedad, podemos diferenciar dos tipos de cushing principales y que debes conocer.

🔸Hipofisario dependiente

Es el cushing más común y está provocado por el mal funcionamiento de la hipófisis, que está localizada en la base del cerebro. Para producir el cortisol es necesaria la intervención de otra hormona llamada ACTH que es liberada por la hipófisis. Cuando la hipófisis no funciona correctamente ocasiona la sobreproducción de ACTH. Esta hormona viaja por la sangre hasta llegar a las glándulas suprarrenales, estimulando la formación y liberación descontrolada de cortisol.

🔸Suprarrenal dependiente

Este tipo de cushing supone el 20% de los casos aproximadamente. Ocurre cuando una o ambas glándulas suprarrenales no funcionan correctamente.

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Síntomas del Cushing en perros y gatos

La detección temprana del cushing en perros y gatos puede mejorar enormemente la calidad de vida y bienestar de nuestros peludos. Por eso, como tutores, conocer los síntomas del cushing en perros y gatos es necesario y esencial para garantizar su salud. Hay que tener en cuenta que algunos síntomas también pueden estar asociados a otras enfermedades y debemos descartar todas las posibilidades. Por lo tanto, si detectas alguno de estos síntomas en tu peludo, acude a tu veterinario de confianza para realizarle las pruebas necesarias.

  • Aumento del apetito, la ingesta de comida y agua: nunca están saciados y pueden llegar a vomitar por ingesta rápida.
  • Aumento del número de micciones al día.
  • Abdomen hinchado con forma de péndulo.
  • Pérdida de pelo de forma simétrica (alopecia simétrica), inicialmente por los flancos del animal.
  • Caída del pelo de la cola, a esta forma característica se le denomina “cola de rata”.
  • Pérdida del grosor de la piel, lo que hace más sencillo que se presenten infecciones de piel al debilitarse.
  • Hiperpigmentación de la piel.
  • Reducción considerable de su actividad e intolerancia al ejercicio.
  • Jadeo excesivo.
  • Posibles síntomas neurológicos.

Síntomas síndrome cushing en perros

Causas del síndrome de Cushing

Las causas del síndrome de Cushing pueden variar, pero las más comunes incluyen:

  1. Uso prolongado de corticosteroides: Estos medicamentos, utilizados para tratar enfermedades inflamatorias y autoinmunes, pueden elevar los niveles de cortisol si se toman en altas dosis durante mucho tiempo.

  2. Adenoma hipofisario: Un tumor benigno en la glándula pituitaria que produce un exceso de hormona adrenocorticotrópica (ACTH), lo que a su vez estimula las glándulas suprarrenales a producir más cortisol.

  3. Adenoma suprarrenal: Tumores benignos en las glándulas suprarrenales que directamente producen cortisol en exceso.

  4. Síndrome de Cushing ectópico: Algunas veces, tumores en otros lugares del cuerpo, como los pulmones, pueden producir ACTH.

Síntomas del síndrome de Cushing

Los síntomas del síndrome de Cushing pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:

  • Aumento de peso, especialmente en la cara y la parte superior del cuerpo.
  • Cara redonda y sonrojada, conocida como "cara de luna".
  • Piel delgada y frágil que se magulla fácilmente.
  • Estrías púrpuras en el abdomen, muslos, pechos y brazos.
  • Debilidad muscular.
  • Fatiga extrema.
  • Hipertensión arterial.
  • Osteoporosis.
  • Diabetes tipo 2.

Diagnóstico del síndrome de Cushing

Diagnosticar el síndrome de Cushing puede ser un desafío, ya que sus síntomas son similares a los de otras enfermedades. Para confirmar el diagnóstico, los médicos pueden realizar varias pruebas, como:

  1. Pruebas de cortisol en sangre, orina y saliva: Para medir los niveles de cortisol.
  2. Prueba de supresión con dexametasona: Para ver cómo responde el cuerpo a los corticosteroides sintéticos.
  3. Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM): Para detectar tumores en las glándulas suprarrenales o la glándula pituitaria.

Razas propensas a la enfermedad de Cushing

Hay razas de perros que son más propensas a padecer el síndrome de Cushing dependiendo del origen del mal funcionamiento de las hormonas o la posible aparición de tumores que afecten a los niveles de cortisol.

🐾 Origen en las glándulas adrenales

  • Yorkshire terrier
  • Teckel
  • Caniche enano
  • Pastor Alemán

Además, el mal funcionamiento de estas glándulas es más frecuente en perros adultos, entre los 6 y 10 años, que en perros jóvenes o cachorros.

🐾 Origen en la hipófisis

  • Teckel
  • Caniche
  • Boston terrier
  • Schnauzer pequeño
  • Bichón Maltés
  • Bobtail

🐾 Origen iatrogénico

  • Bóxer
  • Pastor de los Pirineos
  • Labrador retriever
  • Caniche

Tratamiento del síndrome de Cushing

Cualquier tratamiento debe ser prescrito por un veterinario tras realizar las pruebas necesarias para conocer la causa del problema, ya que el propio tratamiento dependerá del origen del problema. Una vez diagnosticada la enfermedad se administra la medicación pertinente al animal, pudiendo ser a través de fármacos de por vida o hasta que el peludo se someta a una operación.

Si tu peludo ha sido diagnosticado con la enfermedad de Cushing es importante que acudas a revisiones periódicas para controlar los niveles de cortisol del animal. Así, junto con tu veterinario de confianza, se puede valorar el ajuste de medicación según su progresión o mejora de la enfermedad. Por otro lado, las revisiones son necesarias para cualquier peludo, ya que nos pueden dar indicios de que algo no funciona bien y tratar a tiempo cualquier patología.

Prevención del Cushing

Las revisiones periódicas son importantes para la prevención de la enfermedad, pero también hay un factor esencial: la alimentación. La alimentación juega un papel muy importante en la prevención y tratamiento de enfermedades, siempre como un complemento al tratamiento convencional impuesto por un veterinario. Existen factores que predisponen a un animal a padecer esta enfermedad como una alimentación pobre, estrés emocional, inflamación crónica, infecciones, azúcar en sangre o consumo de tóxicos.

Para prevenir esta enfermedad es fundamental que el animal siga una alimentación libre de alimentos ultraprocesados, químicos y carbohidratos. Estos tres aspectos que debes evitar los encuentras en los piensos, independientemente de la marca o calidad, por el tipo de proceso al que están sometidos. Más allá de la enfermedad del cushing, existen problemas derivados por el exceso de hidratos de carbono en la alimentación de nuestros peludos.

La alimentación natural cuenta con ingredientes frescos sin ningún tipo de procesado ni modificación. Dentro de la dieta BARF se utilizan materias primas de primera calidad que mejoran la asimilación de nutrientes y reducen la ansiedad por la comida. Además, su elevado porcentaje de humedad disminuirá la ingesta descontrolada de agua que puede dañar el equilibrio electrolítico del animal.

Los perros y gatos que comían pienso y han hecho la transición a la dieta BARF han visto que la alimentación natural disminuye la inflamación crónica del organismo ocasionada por el estrés oxidativo de las células por el consumo de químicos y ultraprocesados. A su vez, mejora su sistema inmune y las defensas al aprovechar todos los nutrientes de la dieta y mejora el índice glucémico en sangre.

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Suplementación para la enfermedad de Cushing

A la alimentación natural puedes añadirle suplementos específicos para esta enfermedad para mejorar la evolución del paciente y reducir dosis de los fármacos. Algunos de los suplementos son:

  • Adaptógenos: modulan el estrés y los niveles de cortisol del paciente. Ej. Relora (mejora el equilibrio hormonal), L-Teanina (modula el estrés) y Cordyceps (mejora el sistema inmune).
  • Neuroprotectores: DHA (omega 3), cúrcuma y resveratrol.
  • Magnesio y potasio: para reponer las pérdidas por la ingesta de agua y micción exagerada.

Acude a un veterinario, especializado en nutrición, para que pueda adaptar la alimentación de tu peludo a sus necesidades. Si no conoces ninguno, puedes ponerte en contacto con nuestra veterinaria y nutricionista en este enlace.


Escrito por Isabel Calzado, veterinaria y nutricionista de Natuka
 

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