Los problemas cardíacos son muy habituales en la clínica veterinaria. Cada vez los perros y gatos tienen una esperanza de vida mayor y, por ende, las enfermedades crónicas son más prevalentes.
Sin embargo, las cardiopatías no siempre aparecen con el paso del tiempo, animales jóvenes también pueden padecerla o incluso nacer con ella. Es por ello que un buen examen físico por parte del veterinario junto con la observación del propio tutor para detectar síntomas son fundamentales para diagnosticar a tiempo esta enfermedad.
Una cardiopatía en perros y gatos se refiere a cualquier enfermedad del corazón o de los vasos sanguíneos que afecta a estos animales. Estas enfermedades pueden afectar la estructura y/o la función del corazón, lo que puede provocar una amplia variedad de síntomas y problemas de salud.
Algunas de las cardiopatías más comunes en perros y gatos incluyen la enfermedad valvular degenerativa, la cardiomiopatía, la hipertensión arterial y la enfermedad del músculo cardíaco. Estas enfermedades pueden ser hereditarias o adquiridas a lo largo de la vida, y algunas razas de perros y gatos pueden tener una mayor predisposición a ciertas enfermedades cardíacas.
Conocer las posibles enfermedades cardíacas que puede padecer tu peludo es clave para poder actuar con rapidez y saber qué implica para su salud y bienestar esa enfermedad. Por ello, te vamos a explicar las cardiopatías más comunes entre los perros y los gatos.
Es importante recordar que cada animal es único y las enfermedades cardíacas pueden manifestarse de diferentes maneras. Siempre es importante consultar con un veterinario si se sospecha de una enfermedad cardíaca en tu peludo.
Mientras que los perros de pequeño tamaño están más predispuestos a enfermedades valvulares degenerativas, los perros grandes suelen padecer con mayor frecuencia la cardiomiopatía dilatada. Sin embargo, los perros de tamaño medio pueden inclinarse tanto para un lado como para el otro.
Respecto a las razas, vamos a centrarnos principalmente en perros, ya que pueden tener mayor predisposición a ciertas enfermedades cardíacas congénitas. Por ejemplo:
Hay numerosas enfermedades cardíacas en perros y gatos y los síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, vamos a hablar de los síntomas más habituales y comunes que indican algún tipo de cardiopatía que puedes observar en los peludos.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otras enfermedades, por lo que es importante que un veterinario realice un examen completo para determinar la causa de los síntomas y prescribir el tratamiento adecuado.
El diagnóstico de una cardiopatía en un perro o gato resulta un proceso complicado y con un análisis exhaustivo del animal. Además, puede implicar varios pasos y pruebas para determinar el tipo y la gravedad de la afección cardíaca. Estas son algunas de las principales pruebas que se pueden requerir para diagnosticar una enfermedad cardíaca.
El veterinario realizará un examen físico completo del animal para detectar cualquier signo de cardiopatía. Durante este examen, se escuchará el corazón del animal para detectar el sonido o ritmo cardíaco anormal y se buscarán signos de dificultad para respirar, hinchazón en las extremidades, y otros síntomas relacionados con el sistema cardiovascular.
Un análisis de sangre puede proporcionar información sobre la función hepática, renal y la presencia de enzimas cardiacas elevadas, que pueden indicar la presencia de una enfermedad cardíaca. Además, la función renal está muy relacionada con la función cardíaca, por lo que un animal con enfermedad renal deberá hacerse pruebas para vigilar su corazón.
Las radiografías torácicas pueden ayudar a identificar cambios en el tamaño del corazón y las cámaras cardíacas, así como signos de congestión pulmonar.
Un ECG es una prueba no invasiva que registra la actividad eléctrica del corazón. Puede ayudar a identificar arritmias cardíacas y otras anormalidades en el ritmo cardíaco.
La ecocardiografía es otra prueba no invasiva que utiliza ondas sonoras para crear una imagen en tiempo real del corazón y sus estructuras. Puede ayudar a evaluar el tamaño y la forma del corazón, la función de las válvulas cardíacas y la capacidad de bombeo del corazón.
Un holter cardíaco es un dispositivo portátil que registra la actividad eléctrica del corazón durante 24 horas o más. Puede ser útil para identificar arritmias cardíacas que ocurren de forma intermitente.
En algunos casos, puede ser necesario realizar un cateterismo cardíaco para obtener información más detallada sobre la función cardíaca y las presiones en el corazón y los vasos sanguíneos.
De todas formas, tu veterinario es el responsable de realizar las pruebas que crea necesarias para poder identificar y diagnosticar correctamente una enfermedad cardíaca o descartar cualquier otra patología que pueda parecerse en sintomatología. Por lo tanto, siempre es recomendable que cualquier sospecha de enfermedad cardíaca sea evaluada por un veterinario especializado en cardiología.
El tratamiento de una enfermedad cardíaca en un perro o gato dependerá del tipo y la gravedad de la afección, así como de la edad y la salud general del animal. En general, el objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida del animal y reducir la progresión de la enfermedad.
Te vamos a presentar algunas medidas de tratamiento que pueden ser recomendadas para un perro o gato con enfermedad cardíaca. Recuerda que todos estos tratamientos deben ser recomendados por tu veterinario o especialista y adaptados a las condiciones de tu perro o gato.
Una dieta adecuada puede ayudar a controlar la enfermedad cardíaca en algunos casos. El veterinario puede recomendar un alimento bajo en sodio y fósforo o una dieta específica para la enfermedad cardíaca. En la gran mayoría de casos, la alimentación natural es una gran aliada para hacer frente a esta enfermedad, pero siempre deberá adaptarse a las necesidades específicas del animal. Los beneficios de la dieta BARF son múltiples, pero siempre debes consultar antes con un veterinario y/o nutricionista.
Los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad cardíaca y reducir la progresión de la enfermedad. Los medicamentos pueden incluir diuréticos para reducir la acumulación de líquidos, medicamentos para controlar el ritmo cardíaco y vasodilatadores para mejorar el flujo sanguíneo.
Dependiendo del tipo y la gravedad de la enfermedad cardíaca, el veterinario puede recomendar restricciones en la actividad física para evitar que el animal se esfuerce demasiado.
Es importante que los perros y gatos con enfermedad cardíaca sean monitoreados regularmente por un veterinario para evaluar su progreso y ajustar el tratamiento según sea necesario.
En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para tratar la enfermedad cardíaca. Por ejemplo, una válvula cardíaca dañada puede requerir cirugía para ser reparada o reemplazada.
Como decíamos al inicio de la sección, siempre es recomendable trabajar con un veterinario especializado en cardiología para determinar el mejor curso de tratamiento para tu mascota.
La nutriterapia, o terapia nutricional, puede ser beneficiosa en el tratamiento de enfermedades cardíacas en perros y gatos. ¿Qué beneficios aporta un plan nutricional correcto para animales con cardiopatías?
Como ya hemos dicho, es importante ofrecer una dieta equilibrada y adecuada a su condición. Te contamos algunos de los mejores alimentos que pueden ser recomendados para perros y gatos con enfermedades del corazón.
Los perros y gatos con enfermedades cardíacas pueden necesitar una dieta baja en sodio para evitar la retención de líquidos y la presión arterial alta. Es importante leer las etiquetas de los alimentos para asegurarse de que sean bajos en sodio.
La proteína de alta calidad es importante para mantener la salud general del animal. Algunos alimentos recomendados incluyen pollo, pavo, cordero, pescado y huevos. Es importante evitar alimentos con proteínas de baja calidad, como subproductos de carne, que pueden encontrarse en muchos piensos y enlatados. Los menús de natuka de pollo de corral, pavo, cordero y pavo, pavo y vaca y pollo y vaca son muy buenos aliados para esta dolencia, ya que también son bajos en fósforo.
Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a mejorar la función cardíaca. Algunos alimentos ricos en omega-3 incluyen pescados grasos, como las sardinas, el salmón y la caballa, y el aceite de pescado o de krill.
Los antioxidantes, como las vitaminas C y E, pueden ayudar a proteger el corazón de los perros y gatos con enfermedades cardíacas. Los antioxidantes eliminan los radicales libres generados por el estrés oxidativo de las células que contribuye a la hipertensión y a las lesiones cardíacas. Algunos alimentos ricos en antioxidantes incluyen frutas y verduras frescas, como arándanos, espinacas y zanahorias.
En algunos casos, los suplementos nutricionales pueden ser recomendados por un veterinario para ayudar a mejorar la salud cardíaca del animal. Algunos suplementos comunes incluyen taurina, aceite de coco, L-carnitina y coenzima Q10.
La dieta debe ser personalizada para cada perro o gato con enfermedad cardíaca, y debe ser supervisada por un veterinario especializado en nutrición y cardiología. Piensa que una dieta inadecuada o la falta de nutrientes esenciales puede empeorar la enfermedad cardíaca del animal.
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