Entramos en noviembre y esto ya se empieza a notar: mañanas muy frías y largos días de lluvia. Si tu empiezas a notar la bajada de temperaturas, estamos seguros que tu amigo de cuatro patas también. Muchos peludos, por su naturaleza, agradecerán enormemente que la temporada de frío por fin haya llegado, pero hay que tener cuidado con los perros más pequeños y los más senior. Si estás leyendo esto es porque te interesa saber cómo identificar que tu peludo está pasando frío y, más importante, cómo evitar que lo pase. Así que sigue leyendo que te lo contamos todo.
Antes de nada, ¿cómo los puedes identificar? Posiblemente debas fijarte en entornos fuera del hogar o en casa por la mañana, cuando aún no hay movimiento y la calefacción no ha calentado el espacio. Especialmente si tu perro es friolero, aunque hablaremos más adelante sobre ello. Estos síntomas los podemos observar de forma directa o indirecta.
Son los grupos de riesgo, ajenos a su raza o características físicas. Si tu perro está en uno de estos conjuntos, toma nota de estas recomendaciones: aprovecha el paseo largo a mediodía y evita que pase demasiado tiempo sobre la tierra y hierba húmeda de la mañana o la noche, ya que en muchos lugares hay escarcha por la humedad.
Algunos perros, sin importar edad, están particularmente mal adaptados al frío. Por ejemplo, los perros de complexión muy delgada, con escasa capa de pelo o los más pequeños, todos ellos presentan una termorregulación poco eficiente. Si es el caso de tu peludo, hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer actividades con ellos. En movimiento no debería ser ningún problema, pero si os paráis para descansar en una ruta u os vais a ir a una terraza con ellos, llevad una manta o un abrigo cómodo y de calidad. Y en casa, una manta polar es un must.
La lluvia no debería impedir que salgas de paseo con tu perro. Si a tu peludo no le gusta mojarse, un impermeable de calidad puede ser una buena idea, así como un buen material de paseo. No obstante, a muchos perros les encanta la lluvia y disfrutan como niños: ten una toalla absorbente a mano para secarlo. Aunque a veces, dependiendo del perro, es como secar una toalla mojada.
Los peludos que padecen alguna forma de artritis, artrosis o enfermedades respiratorias y cardiovasculares, son blancos fáciles para los primeros días fríos y húmedos. Quizás se muestren más lentos, torpes y más apáticos: respeta su ritmo. Si, aún así, crees que puede haber algo más, no dudes en consultar a tu veterinario.