¡Bebé a bordo! El nacimiento de un bebé siempre es un motivo de alegría para todos y para los perros no son una excepción. Desde un punto de vista etológico, un grupo social amplio mejora el índice de supervivencia. ¿Lo sabías? Sin embargo, en un mundo humano pueden surgir desajustes si a tu perro no le proporcionas las herramientas para gestionar correctamente la nueva situación. Hay 3 puntos clave que debes saber al incorporar un nuevo integrante a tu familia: contacto previo, presentación oficial y convivencia entre tu perro y bebé.
Preparación previa a la llegada del bebé
🔸 Rutinas
Antes de que nazca el bebé, deberías empezar a modificar gradualmente las rutinas que os veréis obligados a cambiar debido a su llegada. Así le damos tiempo al perro a adaptarse. Puedes empezar a reducir la duración de los paseos desde un mes antes del nacimiento. No se trata de dejar a tu perro sin paseos, pero sí de ir acostumbrándolo. Dependiendo de los paseos que des con él, puedes recortar entre 5 y 15 minutos cada semana. El resultado final no debe ser de un tiempo total inferior a 45 minutos al día. En cualquier caso, intenta mantener el nivel de atención en aquellas actividades que no se vayan a ver afectadas por el bebé, para que la calidad de vida de tu perro no se vea comprometida.
🔸 Presentación de objetos
Le puedes ir presentando los objetos del bebé como la cuna, ropa o juguetes para que los explore y fomentar siempre la calma en relación con ellos. Del mismo modo, deja abierta la puerta de la habitación del niño/a en todo momento y prémiale siempre que esté tranquilo en ella.
🔸 Gestión del estrés
La disponibilidad constante de elementos para roer como huesos recreativos ayudan a tu perro a relajarse. Del mismo modo, la estimulación del olfato tanto en casa como en los paseos pueden ayudar mucho a reducir los niveles de estrés de tu perro y a fomentar ese estado de relajación que buscamos.
🔸 Autonomía
Durante un tiempo no podrás dedicarle el mismo nivel de atención en casa, por lo que es recomendable que fomentes su autonomía con actividades de olfato en casa.
🔸 Ropa del bebé
Una vez que el bebé haya nacido y esté en el hospital, puedes enseñarle su olor a tu perro antes de volver a casa con él a través de la ropa, pañales, mantas, etc. Eso disminuirá un poco su activación ante la novedad en el momento de la presentación.
🔸 Guardería
Sería interesante tener preparada una estancia para tu perro fuera del domicilio los 2-3 días anteriores a la llegada a casa así como los 2-3 días posteriores. Sabemos que te cuesta separarte de él, pero no lo descartes. Vais a estar, literalmente, fundidos.
Presentación del bebé a tu perro
🔸Estado emocional
Lo más importante cuando aparezca el bebé es que el perro parta de un estado emocional lo más adecuado posible. Lo ideal es darle un buen paseo antes y que uno de los padres entre primero sin el bebé para tranquilizarle un poco y favorecer un saludo menos efusivo.
🔸Reencuentro con mamá
Sería idóneo que también pudiese reencontrarse con mamá sin el bebé, pero llevando ropa u objetos del bebé que conserven su olor. Una vez esté tranquilo tu perro, la podrá conocer.
🔸Primer contacto con el bebé
Permitiremos que olisquee a su nuevo hermanito lo que quiera y no lo regañaremos ni castigaremos si se acerca con demasiada brusquedad. Puede ocurrir esa situación por ser un olor y persona novedosa para él. En su lugar, le apartaremos suavemente ante interacciones excesivamente invasivas y le felicitaremos ante interacciones más tranquilas.
Convivencia posterior
🔸Nunca les dejarás juntos sin supervisión
Parece algo obvio, pero te sorprenderías. Sin embargo, cuando estén bajo supervisión permite que tu perro se relacione con el bebé en todo momento. Le puedes guiar con paciencia hasta que aprenda a hacerlo correctamente. Si se pone muy nervioso, prestaremos especial atención a las pautas de reducción de estrés que ya hemos visto en artículos anteriores: olfato, juguetes cognitivos o elementos de roer. Contempla el uso de correa y arnés en las primeras interacciones.
🔸Visitas
Cuando acudan visitas al domicilio a ver al bebé intenta que, quienes vengan, también hagan caso a tu perro. Si puede ser a él primero, mucho mejor.
El objetivo principal es crear un ambiente natural, libre de tensión y que favorezca una sintonía entre bebé y perro. Por ello, cuando tu hijx se despierte será cuando más atención le dediques también a tu perro. Piensa que los momentos de actividades más reforzantes deben serlo para ambos. Cuando el bebé descanse, el perro lo hará también. No le ignores, pero tampoco le propongas actividades colaborativas, tipo jugar con el mordedor, sino que puedes emplear sus juguetes y elementos autónomos. Algo que sí puedes hacer: aprovechar para pasear con tu perro. El vínculo durante el paseo debe seguir reforzándose.