¿De qué se alimentaban los primeros perros?
Inicialmente, en épocas de escasez, fueron sus ancestros “Canis lupus” los que se aproximaron a los poblados humanos para nutrirse de nuestros restos de comida, carroña e incluso heces de otros animales cuando el alimento era limitado, tal como se ha estudiado en las poblaciones de perros salvajes de Tanzania en condiciones similares.*1
Tanto es así, que su versatilidad y capacidad de adaptación les permitió, gracias a la selección de algunos de sus genes (AMY2B, MGAM y SGLT1), poder digerir vegetales ricos en almidones que inicialmente no eran capaces de asimilar. Un cambio de nicho ecológico (adaptaciones para prosperar en una dieta rica en almidón) podría haber sido la fuerza impulsora detrás del proceso de domesticación.*2
Esto implicó un éxito en la perduración de los perros como especie. Los canes llevan compartiendo vida con los humanos miles de años en una relación sincrética donde nos beneficiamos mutuamente (el vínculo tan fuerte establecido entre nosotros nace de la ventaja evolutiva que ha supuesto para ambos). Los cambios genéticos que perduran y tienen éxito en el desarrollo de una especie, son aquellos que en épocas difíciles (de epidemias, enfermedades y condiciones extremas o de miseria); han permitido habituarse y sobrevivir. Cualquier mutación en los genes que nos haga más resistentes, seguirá transmitiéndose encaminada a la supervivencia (selección natural).*3,4. El desarrollo de la agricultura ha influido claramente en la transformación del perro como animal de compañía. Hasta nuestros días.
Aunque algo está ocurriendo. Si comparamos nuestros perros con los que tenían nuestros abuelos, comprobaremos que hoy viven más, pero están más enfermos. Disminuyen mucho su calidad de vida padeciendo enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, alergias, artritis, etc. Que curiosamente comparten con sus humanos… ¿Por qué? Los perros de nuestros abuelos comenzaron sus vidas en un entorno más limpio, con restos de comida humana y sin pesticidas. Se nutrían mejor en comparación a los perros que hoy consumen pienso.
¿De dónde viene el pienso?
Su origen se remonta alrededor del 1860, como alimento reutilizado para dar salida a restos no aprovechados por los humanos. Y no fue hasta la Revolución Industrial que nació una industria específica de alimentos para mascotas, que permitía utilizar subproductos de animales y restos de cereales con procesamiento para hacerlos duraderos a bajo costo. En el año 1956 la extrusión o croquetas se habían desarrollado, siendo el mismo proceso utilizado hoy día para hacer comida seca para perros.
El pienso para perros se originó porque es rentable, cómodo y hace un buen uso de productos animales que de otro modo se desperdiciarían, aunque considerando la naturaleza de nuestros perros y enfermedades (como alergias y problemas digestivos), que no dejan de aumentar, nos preguntamos, ¿Qué es la harina de carne?, ¿Por qué en muchos piensos el ingrediente mayoritario son cereales y almidones? ¿No los humanizamos en exceso?
Algo no nos convence...
Las etiquetas de los piensos son indescifrables. Y la realidad es que la LEGISLACIÓN de etiquetado y categorización de los alimentos de mascotas (REGLAMENTO EU 767/2009) es muy LAXA, POCO LIMITADA y AMBIGUA. Por ello es tan difícil averiguar QUÉ LLEVA UN PIENSO y es normal que muchos propietarios DESCONFÍEN de la industria de piensos disponibles en el mercado. ¿Es realmente similar a la dieta que tenían sus ancestros? ¿Es lo mejor para ellos? ¿Por qué están enfermando? En la era de la información cada vez cuestionamos más los paradigmas establecidos por las grandes empresas de nutrición y algunos veterinarios, así como la alimentación que más conviene a nuestra familia peluda. Cada vez somos más sabios y menos pasivos ante la información que nos ofrecen y no aceptamos algo que no es coherente con lo que conocemos.
Los hábitos y alimentos de nuestros ancestros nos acercan a la SALUD
Buscamos alternativas preocupándonos por la alimentación que damos a nuestros perros, que hoy son parte de nuestra familia. Por ello nace la dieta BARF. La alimentación natural y biológicamente apropiada, sin procesar y que verdaderamente les corresponde como especie, imitando a la que consumían en sus orígenes los primeros cánidos.
Es por ello, que gracias a la guía de nutricionistas veterinarios en una correcta transición; el consumo de este tipo de dietas ayudará a reequilibrar su sistema digestivo, siendo en muchas ocasiones el recurso más importante y el nexo para devolverles la salud, ya que hemos comprobado que la mayoría de las patologías de tipo crónico comienzan en el aparato digestivo, (estado de la boca e intestino), que se alteran por una mala alimentación y estilo de vida; exceso de almidones que facilitan el cúmulo de placa dental y alteración de pH, disbiosis (que son los cambios cuantitativos y cualitativos de la composición, funcionamiento o actividades metabólicas de las bacterias presentes en el intestino) y permeabilidad intestinal, generando inestabilidad en el sistema inmune, ocasionando una inflamación de bajo grado, que permitirá el paso anómalo de patógenos u otras partículas que alcanzarán el torrente sanguíneo, siendo la causa primaria de innumerables trastornos que se podrían evitar alimentándoles correctamente.
Respetar una dieta baja en almidones y cereales para nuestros perros, más rica en carne de alto valor biológico, con presencia de vísceras, huesos en cantidad variable y vegetales diversos como ingredientes fundamentales, tal y como les corresponde como especie. Lejos del alimento procesado que es el pienso (comparable a la “comida rápida” humana).
Esta dieta supone el primer paso para devolverle a nuestros perros la salud, calidad de vida y el disfrute de saborear una comida más digestible de categoría, natural, variada y llena de sabor, como antítesis al pienso que nos han vendido como único alimento apropiado para ellos. Porque lo natural es estar sano. Como decía Hipócrates: “que la comida sea tu medicina”. Y en nuestra alimentación y la de ellos, está la base de la salud.
REFERENCIAS:
- 1 - “Ecology and Demography of Free-Roaming Domestic Dogs in Rural Villages near Serengeti National Park in Tanzania”. Anna M. Czupryna , Joel S. Brown,Machunde et al, (2016).
- 2 - “E. Axelsson et al. " The genomic signature of dog domestication reveals adaptation to a starch-rich diet. “ Nature 495, 360–364 (2013).
- 3 - https://ghr.nlm.nih.gov/primer/mutationsanddisorders/evolution
- 4 - https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/mutations-are-the-raw-materials-of-evolution-17395346/
Aida Vet - @MedicinaVeterinariaIntegrativa
Veterinaria Holística especialista en Nutrición y Psiconeuroinmunología